martes, 6 de agosto de 2013

Hoy te recuerdo en la lejanía, Bolivia querida...

En un día como hoy, hace 188 años, se proclamaba la independencia de Bolivia.


Hoy día es un día muy especial para mí. Todavía recuerdo como mi padre me obligaba a ponerme de pie cuando pasaban el himno nacional en la radio a mediodía. Yo era un niño y no entendía el patriotismo de mi padre, me parecía ridículo. 
Con los años fui madurando y adquiriendo mucho civismo y patriotismo. Ya son casi tres años que vivo en el extranjero, y cada 6 de agosto a mediodía, pongo el himno nacional a todo volumen, aunque a mis vecinos les moleste. Y sí, también me pongo de pie...

Hoy día es un día para celebrar la independencia de Bolivia. Me satisface ver como mucha gente expresa su patriotismo a través de las redes sociales, pero al mismo tiempo me parece que no es suficiente. No seamos patriotas un día al año, seamos patriotas 365 días al año, pongámonos la mano en el corazón y luchemos por una Bolivia mejor, pero no con palabras, sino con acciones...

Yo amo a mi país y me duele estar lejos de él, pero tengo planeado volver para aportar mi granito de arena, tarde o temprano. 
Espero que muchos bolivianos en el extranjero piensen como yo y no se conformen con ser espectadores del cambio. Si queremos ver verdaderos cambios en Bolivia, dejemos de ser espectadores y seamos actores...


Feliz 6 de agosto a todos los bolivianos, en Bolivia como en el extranjero. Feliz día mi patria hermosa, espero vivir lo suficiente para verte desarrollada y gloriosa.




miércoles, 31 de julio de 2013

"Las llaves": El fin de una generación...

Hola, me llamo Diego Mora Cespedes. Soy boliviano, nací en Cochabamba pero crecí en La Paz. Hace 3 años que estudio en Francia.
A veces es difícil vivir lejos de mi familia y mi país que tanto amo. Siempre he admirado nuestra cultura y sobre todo nuestra música. Cuando me siento solo o desmotivado, la música boliviana y latinoamericana en general me ayuda a seguir adelante.
En este blog iré publicando mis "aventuras" cotidianas, siempre seguidas de una canción o de un video. Espero que los lectores se identifiquen con algunas de mis vivencias y este blog se transforme en un punto de encuentro entre bolivianos y latinos en general, tanto en latinoamérica como en otros continentes.

Esta primera entrada se llama "Las llaves: El fin de una generación...", y ahora les diré el porqué.

Actualmente estudio Ingeniería Informática en una pequeña ciudad de Francia llamada Belfort. Cuando llegué acá hace un año (antes estaba en otra ciudad), la comunidad latina me recibió con los brazos abiertos desde el primer día. Habían argentinos, colombianos, brasileños, peruanos, mexicanos, para mi sorpresa había hasta un boliviano (un Cochala como yo ;) ). Muchos se conocían desde hace años y eran muy unidos. Poco a poco me fui integrando, pero al mismo tiempo me di cuenta que muchos de ellos iban partiendo, algunos se iban a otras ciudades o al extranjero para hacer pasantías, y otros se volvían a sus países porque no encontraron trabajó a tiempo y la visa se les expiró. 

No fue sino hasta la semana pasada que me di cuenta que casi todos se habían marchado. (No se preocupen, mi amigo Cochala encontró trabajo en otra ciudad de Francia ;) ). Los latinos que vivían en Belfort desde hace años y que prácticamente habían fundado la comunidad latina en esta ciudad, se habían ido...

Anteayer, en una parrillada de despedida, estabamos Andrés (Argentina), Arturo (Colombia), su novia Andrea (Venezuela), Dina (Colombia), Sergey (Rusia) y yo (Bolivia). Después de comer y reír mucho (como buenos latinos), llegó el momento de decir adiós. Arturo consiguió un puesto en Alemania e iba para allá con Andrea. La despedida, como todas las precedentes, fue muy dura: 

- Que te vaya muy bien Arturo, espero que nos volvamos a ver pronto... - le dije.
- Claro que sí parcero, nos veremos allá en Alemania... - respondió al mismo que me daba un fuerte abrazo.

Ambos sabíamos muy bien que el reencuentro es muy improbable...

Hoy fue el turno de Andrés, que se volvía para Argentina. En la mañana, después de terminar de limpiar su departamento, me alcanzó un llavero diciendo: "Tomá, las shaves de la ciudad...". Las "llaves" eran algo imaginario inventado por los latinos que iban años viviendo en Belfort. Ahora las llaves se habían materializado, y me correspondían...


Después de un último almuerzo en Belfort, le ayudé con sus maletas hasta el aeropuerto. Una vez allá, y después de hacer un poco de magia para que las maletas no excedieran el límite de peso, llegó una vez más el difícil momento de la despedida...

- Buen viaje Andrés, que te vaya muy bien. Espero volver a verte pronto en Belfort... - le dije, ya que planea volver a Francia algún día.
- Gracias Diego, o tal vez nos veamos asha en la Argentina... - respondió, mientras nos dábamos el abrazo de despedida.
- Junto a un asado...
- Jajaja, claro que sí...


En el tren de vuelta me puse a pensar: "¿Y ahora yo qué hago con "las llaves"? Si yo también me voy muy pronto..."

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Un consejo para aquellos afortunados que viven junto a sus familias y amigos allá en latinoamérica: aprovechen cada segundo, que una vez que uno sale al extranjero, todo se vuelve muy inestable, la gente viene y va. Aprovechen de sus países, que latinoamérica es un hermoso continente, nuestra gente es única en el mundo, se los digo por experiencia propia...

Para concluir esta primera publicación, quiero dejarles con una canción que no es de un grupo boliviano, pero que resume muy bien lo que siento en este momento. Espero que les guste.